miércoles, 18 de marzo de 2009

CONTINUAMOS


Saludos a mis queridos seguidores:

Aquí voy a continuar escribiendo MI CAMINO.

Como os hiba diciendo, tuvimos que dejar nuestra ciudad e irnos a la playa de Miramar, lo tuvios que dejar por varias razones, por la gente del grupo de alcoholicos rehabilitados, que aunque parezca mentira aún viven en los años tercemundistas, porque solo por el hecho de ser mujer, ya era diferente, y señores, la enfermedad, es la misma, y lo pasamos igual de mal, pero eran machistas, que le vamos hacer, y me ofendieron mucho y me hicieron mucho daño, pero claro está, lo más importante era la economía, y eso era lo que teníamos que buscar donde fuese, y empezar una nueva vida, lejos de las personas que nos hacían daño sin saber el porqué, y donde encrotráramos trabajo y pudiéramos vivir tranqilos y con más calidad de vida.

Una vez en la playa de Miramar, al quilamos una planta baja ya que nuestro hijo encontró trabajo enseguida de camarero en un hotel, gracias a Dios, eso fue en el mes de Septiembre, pasaron los meses y mi marido no encontraba nada de trabajo, el es cantante solista, y no había manera de que lo contrataran en ninguna parte, y para el mes de Diciembre llovió lo nunca visto, empezó la humedad dentro de la vivienda, pero de forma impresionante, hasta los tehos se hicieron negros,dentro de los armarios, era todo agua, como podríamos vivir asi?, teníamos que cambiarnos rápidamente a otra vivienda, Madremia, no acertábamos nada, y mi marido seguía sin trabajo, mis nrvios ya no podían más, y mi cansancio me superaba, notaba que mi cuerpo estaba muy dolorido y muy cansado, y no sabia el porqué, pensaba que sería por la preocupacón y tensión que llevaba, y lo dejaba correr.

Yo era la fuerte, la que todo lo llevaba adelante, la que daba ánimos, en ese momento no podía fallar, tenía que estar entera, asi que me puse a buscar trabajo yo también y lo encontré.

Me llamaron de un hotel para el puesto de gobernanta y lo acepté, aunque nunca había trabajado en un hotel, pero me daba igual, era trabajo, me enseñaría, no me asustaba, además por fin contrataron a mi marido en un hotel, ya era algo, parecía que las cosas empezaban a cambiar.

Pero, ay, no todo podía salir bién, a los dos meses de trabajar como gobernanta, no podía con mi alma, me dolía todo, pero de forma insoportable, el cansancio me superaba, y los kilos que había perdido tan rápidamente, todo esto no era normal, era un poco coo los años pasados, pero con mucho más dolor, y me lo tuve que dejar.

Como saldríamos de quello? otra vez igual?

Y yo no estaba para poder empujar, para ponerme a trabajar, Dios mio, otra vez no.

Al dejar de trabajar, parecía que los dolores bajaban de intensidad, pero no desaparecían del todo, ya en el verano el trabajo de mi marido se animó, gracias a Dios, y yo ya me tuve que meter en médicos, aquello no era normal.

Ese verano conocimos a un matrimonio y nos hicimos muy amigos, nos tratábamos como familia, y siempre estábamos juntos, hasta incluso las 2 de la mañana paseando por el paseo de la playa,

las cosas hiban mejor y yo empezaba a estar más tranquila, lo que yo no sabía es lo que la enfermedad ya me estaba haciendo por dentro.

El año lo pasé bastante dificil, bajó el trabajo de mi marido otra vez, y yo cada día peor.

Señor, que me estaba pasando? porqué no podía hacer las cosas normales de la vida, como salir a cenar y luego dar un paseo?

No aguantaba, era tan grande el cansancio y tan grandes los dolores, que recuerd que nos dejábamos a los amigos en el paseo y me tenía que ir a casa y acostarme.

Cuando tuve la primera visita con el médico de cabecera él no supo decirme nada, pero m envió a traumatología, pasé por el traumatólogo y fue él el que pronunció la palabra mágica que yo había oido hacía tantos años atrás, FIBROMIALGIA, CON SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA.

Vaya panorama, entonces me enviaron a un internista, ya que en este hospital por aquel entonces no teníamos reumatólogo, y por eliminación de enfermedades que coincidían con los mimos síntomas, se me diacnosticó FIBROMIALGIA PROGRESIVA CON SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA, era ya el remate final, también tenía que estar enferma yo? coo me defendería ante esta enfermedad? y como sería aceptada por os demás?

Al poco tiempo me enviaron al hospital de la Ribera en Alzira, para que me viera una reumatóloga, la cual confirmó mi enfermedad y me dió ell primer clamante fuerte, quien me tenía qe decir a mi, por aquel entonces hasta donde llegaría.

Empecé a ir a una terapia por una sicóloga en el hospital, pero a parte de ello, yo tenía cita con el siquiatra y con una sicóloga, también por mis antecedentes de alcohólica rehabilitada claro.

En esas terapias conocí a mujeres conn mi misma enfermedad, pero yo no creía que esta enfermedad podría llegar tan lejos, me negaba a aceptarlo totalmente.

Pero algo que propuso la sicóloga me hizo reaccionar un poco, ABRIR UNA ASOCIACIÓN DE FIBROMIALGIA Y FATIGA CRÓNICA.


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